lunes, 25 de febrero de 2008

UN DIA DE ANGUSTIA

El miercoles pasado me puse malo en el cole y me tuvo que ir a buscar mi padre; estuve sin ir al cole toda la semana. Ayer domingo me di cuenta de que hoy, lunes, por la mañana tenía examen de religión a primera hora y que no tenía el libro en casa. Mi madre envió un mensaje al profe de reli preguntandole si podía hacer el examen el siguiente día que tuviera clase con él y me fuí a la cama tan feliz. Yo ya estaba dormido cuando mi profesor contestó diciendo que "naranjas de la China", que tenía que hacer el examen, que debería haber llamado a algún compañero. Por la mañana mi padre me informó de la situación, y yo me puse nerviosisimo; mi padre me dió la idea de preguntarle a un compañero en la parada si me dejaba el libro, pero no lo tenía, ya había tenido el examen porque es de otra clase, y como no había otro niño-a de mi curso tuve que subir al bus sin saber nada de la lección. Antes de subir, mi padre me comentó que le dijera a la cuidadora del bus que le pidiera el libro a un amigo mio de otra parada. ¡Se me olvidó¡ (qué cabeza la mia). Al llegar al colegio, después de sacar las mochilas del maletero, le pedí que si por favor me dejaba el libro para estudiar un poco, solo tuve dos minutos para estudiar, pero tengo tanta suerte que el padre Sainz preguntó precisamente lo que me había estudiado esos dos minutos y saqué muy buena nota (antes de entrar a clase, cuando le devolví el libro a mi amigo, me dijo otro compañero que había que estudiarse los nombres de los doce apóstoles, entonces yo me puse muy preocupado, viendo que ya llegaba el profesor, y no me daba tiempo a estudiarlo,
entonces ese compañero, me enseñó una canción muy divertida con los nombres de los apóstoles, gracias a ello, me salió el examen bastante bien), en fin, pasé un día horrible.
Nota: Padre Sainz, si lee esta entrada, le prometo que la lección me la estudiaré enterita.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo creo que más que suerte, es que ya te sabías un poquito los temas, aunque no tan bien como te hubiese gustado. Quizás el hacer los deberes y atender en clase tenga algo que ver ¿no crees?

Jardoni dijo...

Si, yo creo que si; cuando estudio la lección, la mayor parte me la sé de tanto leerla en clase y también de las veces que lo repite el profesor y que nos lo explica.